Creo en sus palabras

He estado pensando en muchas cosas,
quizás en demasiadas,

y me he dado cuenta de que soy muy afortunado
por tener a una mujer tan interesante
y tan valiosa como ella.

La he escuchado decir que me quiere
y yo le creo, por supuesto que lo hago,
pero a veces, sinceramente,
no entiendo cómo es que puede cogerle cariño
a alguien como yo.

Y es que me hundo muchas veces al día,
siendo esto ya un pasatiempo
que ni yo puedo soportar.

Ella dice que me entiende y yo le creo,
también dice que soy el mejor de todos
y no dudo de su palabra
(aunque eso no sea verdad).

Quiero decir: no suelo dudar
de nada de lo que me dice
y no lo hago porque sé que habla
con su frágil y bonito corazón.

Rayos, quisiera ser todo lo que ella desea,
pues quizás, sólo quizás,
así ella pudiera ser realmente feliz 
(como se lo merece).

Vivo caminando sobre una delgada línea
entre el cielo y el infierno
y a veces (siempre) quisiera dar el paso anhelado
hacia el lado del mal,
pero desgraciadamente 
ella es muy pura y angelical.

Su alma me da vida, 
pues he llegado a sentir que estoy muerto 
desde que aparentemente no tengo sentimientos
y la verdad es que estoy agradecido
porque me hace creer que tengo otra oportunidad
en este mundo que carece de amor.

Creo en sus palabras, en cada una de ellas,

aunque yo sé quién soy al final del día

(y de la semana, del mes,

del año, de la década,

del siglo, de la vida,

de la eternidad).