Sube, sube, sube
Mastico lentamente los minutos
y a veces me atraganto.
¿Qué esperas de alguien
que se ahoga en su propio llanto?
Estoy hecho de ruinas
y lamentos, muchos lamentos.
Las espinas del pescado
se me clavan en los pensamientos.
Dame un momento para lamentarme.
Mañana volveremos a ser felices.
Se me olvida comenzar a olvidarte
y al final sólo aprendo a estar triste.
No había un "nosotros",
sólo existía el "tú" o el "yo".
La guerra me marcó el rostro
y nos acercó más a un adiós.
Espero, espero, espero
y se me pasa la vida esperando.
Contengo, contengo, contengo
y al final termino explotando.
Tengo pesadas cargas mentales
que jamás entenderías
y no porque no puedas hacerlo:
es que nunca te las contaría.
Eres tan dulce, tan increíble
que me largaré muy lejos
para por fin dejar de herirte
y que así olvides tus complejos.
Fue bonito haberte conocido
y haber flotado en tu nube.
Nunca olvides lo aprendido
y recuerda: sube, sube, sube.
Quizá te entregué mi corazón
porque estaba demasiado roto
y tú podrías repararlo
amándolo poco a poco,
pero ahora está hecho polvo
y no sé si pueda recuperarse,
por eso es mejor alejarnos
antes de que, a la mente, lo mismo le pase.
No sé si valgo la pena:
lo descubriré más adelante.
Después de tanto haber viajado
me dejaste donde me encontraste,
y no pienses que ha sido tu culpa
porque para nada lo fue,
es que no veo el amor ni con lupa
por estar buscando un "tal vez".
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