Miedo y valor

Increíblemente, puedes deshacer todo el daño que has causado sólo con decir unas cuantas palabras. Pero tienes que ser listo y elegir las adecuadas. Como esa persona que desde el principio te mira con rechazo sin saber algo de ti, luego tiene la oportunidad de conocerte y se retracta. Está bien, suele suceder mucho. Quizá deberíamos aprender a entender a los demás, o por lo menos, a no juzgarlos. Actualmente el miedo se ha incrustado en cada cuerpo, y aunque muchos intenten ocultarlo, él está allí y no piensa retirarse.

Para mí, el miedo no es más que un método de protección. Muchos hacen amistades con rapidez, pero quizá lo hacen de esa forma porque no les agrada el hecho de sentirse solos. Otros, por otro lado, van un poco más lento porque el miedo les pone un freno; ese temor es el que les permite protegerse de las decepciones. Después de todo esto, existen mentes que valdría la pena conocer.

A veces hace falta sentir un poco de dolor, y no porque sea bueno, sino porque es necesario ver la realidad. Muchas personas son hermosas por el simple hecho de querer ser tu amigo y estar allí para ti, pero de igual forma muchos querrían verte besar el suelo. Hay que aprender a escoger. La magia se refugia en un buen corazón. Una invitación a tomar un café puede mejorar tu día, y más aún cuando te lo invita alguien sin ningún tipo de interés.

Claramente se puede notar que la desconfianza ha dejado destrozos en su mal paso. Detrás de una fría respuesta hay motivos que conllevaron a no ser tan expresivos. Pero a pesar de todo, "Un día sin reír es un día perdido", como dijo Charles Chaplin. Las cosas van de mal en peor, y aunque cueste juntar los pedazos rotos, siempre habrá alguien que quiera sacarte una sonrisa. Yo, como muchos, soy lo que hago, y los actos tienen más valor que cualquier promesa. Algunas veces eres cruel contigo mismo, pero luchas por tener amor propio. Algunos de los que estaban contigo se fueron porque no estaban de acuerdo con tus decisiones; habrán otros que quieran quedarse en las buenas y en las malas. Tú, así sin más, vales más de lo que crees.