Somos de lenguas diferentes

 Ahora eres mi problema, no quieras irte.
No soy el mejor para ti, pero me he planteado salvarte.
Decidí ser un salvavidas, así que no puedes hundirte conmigo.
No hagas preguntas; sólo siente: mientras se pueda.
Seré quien te apoye cuando no
tengas ganas de continuar.
¿De dónde saliste?
No quise conocer a alguien que me
hiciese sentir frágil por la madrugada.
Pero qué bueno que llegaste.
El pasado no se olvida, por esa razón
no puedes quedar atrás.
 ¿No ves que me gusta tu sonrisa y el brillo que desprende?
Antes de continuar ten a la mano una buana razón
porque de vez en cuando me entran ganas de estar solo.
Hay algo que siempre tengo presente:
esto no se trata de querer más que el otro,
sino de soportarnos mutuamente.
 Hablaré tu lengua si hace falta, 
                                                                                                pero no quieras entenderme.
¿Qué ocultas?
No importa; todo a su tiempo.
No me sé explicar, así que toma tus precauciones.
Sentirás que no vamos a ningún lado
cuando en realidad estamos en camino a ser grandes.
 Lo sé, hablo demasiado cuando
no digo casi nada.

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