Somos sonidos diferentes
¿Qué te habrá atraído a mí? Porque seamos sinceros, no soy nada interesante. Quizá te sentías desorientada y viste en mí (a simple vista) un camino, una dirección y algo con sentido. Puede que mi sentido del humor te haya conquistado o que mi falta de importancia a muchas cosas te haya parecido algo nuevo y entretenido. Pero todo eso no podré saberlo, simplemente porque no me gusta hacer preguntas, al menos no de forma directa. Así que todo seguirá su rumbo: tú bailarás para mí y yo escribiré sobre ti (no, no para ti).
Me gusta tomarme la vida a partir de lo que desconozco, quizá por eso quise invitarte a salir y robarte aquél beso. Somos sonidos diferentes, aunque unidos en gran parte para darle sentido a una música, pero en el fondo irracionales e independientes. No me hagas caso si estando a tu lado no digo una palabra o apenas si sonrío: solamente me estoy acostumbrando a vivir.
Dime cuántas veces has tenido ganas de llorar y no lo has hecho, de eso estoy hablando: somos fuertes. Aunque la fortaleza no se define por la cantidad de lágrimas que evitamos derramar. Estoy hecho de concreto, pero toda estructura tiene su punto débil, y espero que no seas lo suficientemente atenta como para descubrirla. Después de todo esto, ¿aceptas tomar un café conmigo, como ese mokaccino de hace algún tiempo atrás?
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