Perdido



Extrañé esto de escribir 
y llorar un poco sobre el papel
porque ninguna persona
tiene paciencia 
para soportar mis crisis mentales. 

Este último año 
fue el más duro 
y el más interesante
que he tenido
en mis triste vida. 

Siento que ya no me siento 
y que me estoy quemando 
en el fuego provocado
por mis decisiones. 

Después de tantos años
por fin entendí 
que sólo estaba junto a ella
porque tenía la esperanza
de que algún día 
me salvase de mí mismo,
pero ni es capaz de hacerlo
ni quiere intentarlo. 

Merezco que ella me olvide
y que no me baile
nunca más 
en esta extraña vida.

No sé si puedo cuidarla 
de los demonios
que existen en mi mente
y qué pena
porque es una hermosa persona. 

Aunque no me expreso 
desde el arrepentimiento 
o desde el orgullo,
pues estoy muy agradecido 
con todo lo que me ofreció
y por haberse quedado 
cuando nadie más 
mostró preocupación por mí. 

No se me hace difícil quererla, 
pero sí cuidarla 
mientras intento cuidarme 
a mí mismo
de todos los males de mi alma. 

Soy un puto desastre 
y obviamente 
ella no merece vivir 
cerca de mí
y de mis problemas. 

Le prometí 
que sería muy sincero
en todo,
por eso no tuve inconvenientes 
al momento de hablarle. 

Pude sentir cómo se quebraba
ese fuerte lazo mental
que durante todo este tiempo 
hemos estado creando,
aunque a veces se nos olvidaba
que debíamos mantenerlo a salvo.

Me he vuelto dependiente
de esta jodida tristeza 
y de todos sus encantos
que me hacen flotar 
hasta el punto 
de perder mi visión por momentos. 

Estoy a dos 
ataques de ansiedad más 
de largarme a otro país 
para comenzar de cero
sin que nadie me conozca,
sin que el pasado me persiga
y sin que el dolor me impida dormir. 

El presente me nubla la vista 
y siento náuseas 
hasta el punto 
de no soportar
a la gente de mi alrededor 
y ellos no tienen la culpa:
no es justo para los demás.

A veces presumíamos 
de tener la unión más bonita 
que existía en el universo.

Jamás me entendiste 
porque no te entiendes 
a ti misma. 
 

Comentarios

Recomendados