Vida
Te quiero,
vida.
Te quiero con locura.
Pero me dueles, cada cierto tiempo,
cada vez que despierto por
las mañanas.
Consigues hacerme perder las ganas
de disfrutar de tu belleza.
Me haces sentir que eres cruel por naturaleza.
Me haces dudar,
temer de casi todo,
ignorar las oportunidades que ofreces.
Pero lo reitero: te quiero.
Tengo que agradecerte por permitirme
disfrutar de mi familia —nada más importa—,
por hacerme ver que se puede avanzar
mientras los que me quieren están
para soportar mi caída.
Quizá te ha fallado un poco el tacto,
pues no has logrado hacerme
creer en el amor,
pero me has hecho abrir los
ojos para valorar el cariño de las personas
que me importan.
Regalas buenas y malas etapas,
y prometo que te prefiero cuando
estás desnuda,
sin nada de trampas y
me obsequias bonitos momentos.
Eres dueña del tiempo, de la distancia,
de los obstáculos en las vías,
incluso de la muerte.
Quiero vivir para ti, pero sólo para cuidar
de las personas a las que quiero
sin condiciones.
Foto: Alexander Sosa (Instagram) |
Comentarios
Publicar un comentario