Suspiro y sigo
Me gusta debatir,
sí,
competir por las estúpidas razones,
ésas por las cuales las personas dejan de hablar
o de mirarse tan siquiera.
Sí, me gusta pelear por tener
la razón,
aunque luego me aburro
y me aparto.
No espero nada de la vida,
pues todo lo busco hasta obtenerlo
o acabar jodido.
No soy bueno demostrando
lo que siento,
pero lo intento.
Lo único que espero es que
nadie espere nada de mí,
pues no sé vivir y tampoco
soy un dios.
Mi espalda está por reventar
desde hace como un mes,
y todo por estar clavado en una silla frente
a una computadora en el trabajo.
Vivo queriendo organizar
mi vida,
pero al final hago lo
primero que se me cruza por
la mente.
Me canso,
suspiro
y sigo.
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