Llévate todo mi ser

en un suspiro,

en un gemido,

en una mueca estando enojada,

en un grito cuando

has perdido la razón.

Vamos, toma mi cuerpo

y hazlo trizas

pues al fin y al cabo

no puedo naufragar

sin tener un salvavidas.

No sé qué estás esperando para venir

y dejarme con la palabra

en la boca

y luego alejarte dejándome ver

[tu bonito trasero moviéndose.

Lo único cierto en todo esto

es que estás loca

desde que viniste a este mundo

en llamas.

Hazme caso al menos en esta vida

y ven a matarme

de una vez por todas,

o si no

dirigiré el cañón hacia ti

y te obligaré a bailar

con mi alma hecha pedazos.

No sé en qué estés pensando

pero he pensado en ti últimamente

mientras mantengo una guerra

con mis demonios.

Una guerra que no sé si quiero

ganar o perder,

pero que disfruto de librarla.

Medinowski