Tan amargo como el infierno
Soy amargo
como el tiempo
como un beso mal dado
como el cielo llorando
como yo mismo.
Construyo un palacio
a base
de miserias
y noches oscuras.
Los focos de luz
nunca han sido
mis compañeros
en los campos de batallas.
Este mundo es una selva
y yo soy
el animal más indefenso,
por eso, aunque duela,
lucho por sobrevivir.
El ser humano
es una especie
en peligro
de extinción.
Nuestra salvación
está dentro de nosotros mismos,
pero también somos
demasiado egoístas.
Estoy hundido
y lo disfruto.
Hablo en serio,
no hay nada mejor
que besar el infierno.
Ahora mismo sólo quisiera
una serveza
un abrazo
tener sexo
besar su cuerpo
agarrar su trasero
morder sus labios.
Ella es mi infierno
y yo me doy por perdido,
pues,
no quiero nada más
que refugiarme
sobre su pecho
y agradecer
que su alma es mía.
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