La noche lleva tu nombre

Mis dedos por tu espalda
crean ondas letales
que logran enamorar
a todos tus miedos.

Y es que la vida es demasiado corta
como para no sentir tu piel,
tan frágil y delicada
que ninguna nube
tendría su suavidad. 

La noche se pinta del color de tus ojos,
tan profundos 
y tan intimidantes
que a veces logran cegarme. 

Jamás creí en la suerte,
pues eso es para los cobardes;
creo firmemente 
que debíamos encontrarnos
en nuestros inestables caminos. 

Estoy viéndote dormir
cual psicópata,
cual persona sin oficio,
pero es que realmente eres preciosa;

y no sé qué pienses de todo esto,
pero me estoy encariñando.

Comienzo a dejarte entrar en mi vida,
aún sabiendo
que mis defensas se activan
cuando menos me lo espero
y me hacen dudar
de casi todas las personas.

Estoy nadando en aguas profundas
sabiendo
que por más fuerte que pueda llover
podré regresar a la orilla
y tendré tu calor
para sentirme mucho mejor.

Ya es hora de dormir
y pongo a reproducir
canciones de Cigarettes After Sex;

y estás a mi lado
y descansas
y sueñas
mientras yo pienso
que mi mundo
ha encontrado la paz que tanto necesitaba.

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