Soy todo lo que tengo
Me tomo de la mano
y a veces
no tengo fuerzas
para levantarme;
y me doy ánimos
me doy un fuerte abrazo
me doy palmadas en la espalda
me digo «vamos, tú puedes».
Pero no puedo hacerlo,
no es tan fácil
como lo pinta la gente
en esos consejos
que más que ayudarme
me cortan como tijeras.
El mundo arde en llamas
cuando cae la noche
y yo,
tan frágil,
siento que estoy bailando
en el infierno.
Soy mi propio caos
mi propio desastre
mi propio desgaste
mi salida de emergencia
mi calor en invierno
mi luz al final del túnel;
pero yo no me quiero
tanto como algunas personas
han dicho quererme.
Soy mi propio abrigo
y
ante todo,
soy todo lo que siempre tendré.
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