Tiempo para mí

Cargo sobre mis hombros
una gran carga
y no debería ser así,
pues no he sido
una mala persona.

He cometido errores,
lo admito,
pero,
¿quién no los ha cometido?

¡Maldición, no debería sentirme así!
Yo debería estar bien
conmigo mismo
y con el resto del mundo.

Esto es muy doloroso:
de nuevo he perdido las ganas
de levantarme cada día
y de luchar por lo que quiero.

Pienso en ella:
en lo feliz que me hacía,
en lo guapa que se veía,
en el daño que nos hacíamos,
en las tardes acostados en la cama,
en nosotros actuando como idiotas enamorados.

Y recordar,
por más que lo niegue,
no me lleva
a ningún lugar.

Necesito un descanso
(pequeño o grande)
para entender un poco más
de qué va el amor
y todas sus consecuencias.

Necesito tiempo para mí.