Sólo queda un agradable vacío
que quedaron después habernos quemado tanto,
de haber creado un pasado,
de los golpes que nos dimos,
de los besos que quedaron en la nada
y de los celos que nos ahogaban.
Amanece y tú no estás,
ni yo
ni el tiempo
ni nuestro fuego
ni mi frío que te congelaba
ni mi futuro casi perfecto:
sólo queda un agradable vacío.
No he dormido absolutamente nada
y aún así me siento inspirado
para escribir
sobre lo que no pudo ser.
A veces pienso
que vivir significa
matarse
con el arma más bonita
que el destino pone frente a ti.
Escribo lo que me quema
porque de la misma forma que te sucede a ti
mi pecho está envuelto en llamas
y sólo yo puedo
extinguir el incendio.
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