Antídoto y veneno


Había olvidado lo bien que se siente
escribir sobre ti;
quizás sólo por el hecho
de sentirme alejado de casi todo,
pero aquí estás (en mi mente) haciendo mucho ruido
y llamando mi atención
a riesgo
de volverme completamente loco.

Es muy verdadero lo que te dije anoche:
siento un deseo carnal
por ti
(porque eres mía).

Quiero tomar tu mano e ir a beber unas cervezas
y acabar ebrios como aquella vez:
aquella hermosa vez.

Eres una rosa muy fuerte,
por eso cuido tus espinas,
tu delgado tallo
y tu preciosa cabellera.

Estamos juntos en ésta
y en cualquier batalla
que debamos afrontar
en este largo camino.

Eres mi antídoto y veneno,
así que contigo
tengo todas las formas
para salir victorioso.
 

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